La cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Caída y María Santísima de la Amargura entregó el domingo su Premio Cristo de la Caída, que anualmente se concede a una persona, grupo u organización que trabaja por los valores humanos y la ayuda a los más desfavorecidos de forma comprometida y solidaria. En esta ocasión, la galardonada fue la organización no gubernamental Bomberos Sin Fronteras, que recibió este premio, en su décimosexta edición, en la comida de hermandad de la cofradía, celebrada tras su fiesta principal.
Esta ONG nació en 1993 en el seno de un grupo de profesionales del Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Valencia, que solicitó en donación a dicho Consistorio un coche bomba de la marca alemana Magirus del año 1957, que iba a ser desguazado. Este colectivo adecuó y reparó el vehículo para que viviera su última gran aventura solidaria, que fue recorrer la inmensidad del desierto subsahariano para visitar Burkina Faso, cargado de alimentos, medicinas, material educativo. Además, la experiencia sirvió para conocer la realidad de los parques de bomberos de la región del Shael. Y para que este viaje no quedase como un simple hecho aislado, nació Bomberos Sin Fronteras, y el Magirus se convirtió en su emblema.
Esta organización sin ánimo de lucro desarrolla su actividad en los campos de la sensibilización, la cooperación al desarrollo y la intervención, y está compuesta por personal voluntario de distintos parques de Bomberos y administraciones del territorio nacional.
