sábado, 6 de diciembre de 2008

Inauguración del Congreso Estatal por la representante de la FMP en la Plataforma del Voluntariado de España



La representante de la Federación de Mujeres Progresistas en la Presidencia de la Plataforma del Voluntariado de España, Carmen Laviña, inauguró el XI Congreso Estatal de Voluntariado que se celebró en Mérida, del 3 al 5 de Diciembre.
El discurso de Inauguración:
¡Buenos Días Congresistas!

¿Tendrán Valor en Extremadura para poner como lema del Congreso: “Por una sociedad con Valores”?... Pues sí… El valor, en todos los sentidos, nunca ha faltado en esta tierra de aventureros y conquistadores.

A la Plataforma del Voluntariado de España, y a mí en particular, nos encanta y más en este año en el que se cumple el 60 Aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos.


¿Os habéis dado cuenta de que somos muy extraños los seres humanos?

Aparecemos en la Tierra y desarrollamos una sociedad en la que, en lugar de actuar fraternalmente, tenemos que elaborar unos Derechos Humanos que nos defiendan de los golpes, de la guerra, de la esclavitud, de las violaciones, de la discriminación, del asesinato, del pillaje, de la imposición, del exterminio… Es decir, de todo lo que creíamos que habíamos dejado atrás cuando estábamos en las cavernas y decidimos crear las sociedades, que hoy, hemos dado en llamar “civilizadas”.

Y, aquí, en la civilización, todo el mundo habla de derechos. Los de izquierdas y los de derechas, los demócratas y los dictadores, los pobres y los ricos, las mujeres y los hombres… pero obviamente, unos lo hacen de verdad y otros de mentira, unos como exposición de sus creencias y otros como justificación a sus actos, unos para pedirlos y otros para negarlos…

Y si todo el mundo utiliza las dos palabras: Derechos Humanos, pero de distinta forma, es porque no todos defienden los mismos valores.
Así que, cuando en el Congreso Estatal de Voluntariado mencionamos lo de una Sociedad con Valores, nosotros y nosotras sabemos de qué hablamos, pero hay que preguntarse que está entendiendo el resto de la ciudadanía.

Y como queremos que todo el mundo se entere, y además los comparta, hemos de explicar que los valores de los que hablamos son:

n LA JUSTICIA SOCIAL para darnos cuenta de la discriminación que sufren millones de personas por el mero hecho de ser pobres, enfermos, inmigrantes, gays, mayores, gitanos, jóvenes, ex reclusos, mujeres…
n LA SOLIDARIDAD con aquellas personas que han corrido peor suerte que nosotros…
n EL COMPROMISO con la ayuda que queremos prestarles.
n EL ASOCIACIONISMO para poder ayudarles más y mejor
n EL ALTRUISMO para prestársela sin buscar nada a cambio
n LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL necesaria para que nadie necesite ser ayudado, ni por nosotros ni por nadie.

En definitiva la creencia, el valor supremo de que, nadie que pueble la Tierra, merece tener acumulado en su persona el sufrimiento, el hambre, el dolor… de otros millones de personas que viven en la opulencia de perfumes, helados, ADSL, viajes, yates y comidas, que se superponen sin digestión alguna, porque el estómago lo tienen repleto con la satisfacción del dinero acaparado.

Hay muchas personas que prefieren ser las más ricas del cementerio que compartir lo que tienen con sus hermanos, con los seres de su especie que el azar no les ha tocado con el dedo de la supuesta suerte de nacer en Nueva Cork en lugar de en la India o en Ruanda, por poner un ejemplo.

Y si he hablado de “especie” lo he hecho a propósito porque si viéramos la cantidad de dinero que se invierte en mascotas o animales de compañía… nos echaríamos las manos a la cabeza al saber que con esa suma, todo el Planeta tendría acceso al agua potable o a la educación primaria, con todo lo que eso conlleva.

No hablo, faltaría más, de tratar mal a los animales… Bien al contrario, lo único que pido es que muchos traten a sus semejantes como tratan a su perro, su serpiente, su gato, su hamster o a su caballo.

¿Qué estos son más fieles? ¿Qué te hacen mucha compañía? Sí, por supuesto, nadie lo niega, pero quizá ¿han probado ver la sonrisa de un niño discapacitado cuando le sacas de paseo, o los ojos de una anciana cuando le proporcionas compañía o ayuda?

Yo no desespero… Por principios, creo que “to er mundo e güeno” y cada día que trabajo en la Plataforma del Voluntariado y en la Federación de Mujeres Progresistas lo compruebo, y cada vez que vengo a este Congreso, también.

Valores tenemos a raudales y actuamos en consecuencia, pero no basta con hablar de ellos, sino de ponerlos ern práctica como los presentes hacemos.

No sólo os pido que sigamos haciéndolo pensando que nuestro ejemplo va a cundir, sino que hagamos de nuestro voluntariado una militancia que nos impida compartir “mesa” con quines explotan, humillan, maltratan, se ríen… o simplemente “pasan” de sus semejantes…

Nosotros y nosotras, que no hubiéramos necesitado una Declaración de Derechos Humanos, debemos hacer lo posible porque quienes no crean en ellos, estén fuera de la sociedad que hemos construído y que queremos para todos los seres que habitan la Tierra.
MUCHAS GRACIAS